reflex al vidre del metro




Comentaris

  1. En la historia de la fabricación del vidrio plano, cuyos inicios se remontan a la ciudad de Pompeya durante la antigüedad clásica, la preocupación fundamental se centraba en obtener un producto que permitiera no sólo el paso de la luz sino que además fuera lo más uniforme y transparente posible. Cada vez somos más conscientes de que la palabra vidrio es un término genérico, ya que en realidad existe un gran número de variedades y tipos que obliga a tener conocimientos para su uso en tres aspectos fundamentales: línea de fuga para espías y detectives de oficio, contemplación del propio reflejo y rompimiento de cráneos en general. Indudablemente la propiedad de reflejar la luz y con ella el mundo que nos rodea es la característica visual más importantes del vidrio común. Los reflejos, a veces, producen visiones cambiantes a lo largo del día y del ánimo de uno en función de las condiciones particulares de la luz en determinados momentos, incluso pueden resultar contraproducentes, perdiendo de este modo la anhelada transparencia y convirtiéndose así en espejo de almas sin objeto y objetos con alma, es decir, en un ir y venir perpetuo entre los exteriores e interiores. Un efecto visual no deseado es la apariencia de un ser imprevisto en sustitución de uno mismo, pues recalca en exceso la transparencia del vidrio y la gracia pierde su juego, efecto que se hace más evidente con el incremento del espesor o al mirarlo de canto. El vidrio, no obstante, permite pensar siempre en la creación y aislamiento de personas y cosas naturales artificialmente construidas, las cuales, por qué callarlo, pueden ser recogidas al desgaire de un pensamiento abstracto en un simple bloc de notas. Por lo tanto, debemos ser conscientes de la relación que existe entre necesidades, posibilidades y soluciones en la tan demandada condición refleja del vidrio, donde no dejan de ser frecuentes las correcciones o acotaciones a posteriori debidas a un uso inadecuado, como sucede, por ejemplo, con la imaginación del poeta: “En algún momento había empezado a sentir, a decidir que un vidrio de ventanilla en el metro podía traerme la respuesta, el encuentro con una felicidad cualquiera, precisamente aquí donde todo ocurre bajo el signo de la más implacable ruptura, dentro de un tiempo bajo tierra que un trayecto entre estaciones dibuja y limita así, inapelablemente abajo”.

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